Cada vez que surge un nuevo alimento o producto derivado parece que podría convertirse en un superalimento, porque parecemos ansiosos por encontrar nuevas propiedades que aseguren una mayor salud y comodidad. El caso de la lecitina es muy útil y esta de moda pero no debes obsesionarte con eso. Te explicamos por qué.
La lecitina no es un alimento ni un producto en sí mismo, sino que tal como nos llega es en forma de derivado dietético. Como sustancia orgánica, está presente en las membranas de los alimentos, y aunque está relacionado con la soja, por ser el alimento del que generalmente se extrae hoy en día, existen otros tipos de lecitinas de casi cualquier alimento, ya sea de origen animal o vegetal. No en vano nuestro cuerpo también lo produce, concretamente el hígado, pero el aporte extra que podemos recibir de la soja siempre ha estado ahí. Antes provenía de la yema de huevo y del aceite de girasol, sin embargo, al tener la soja un mayor nivel de lecitina, es de mayor calidad y su extracción es algo más sencilla, por lo que este origen es el más popular en la actualidad.
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¿Cuáles son sus beneficios?
La lecitina no se ingiere directamente, no es un alimento en sí mismo, sino una sustancia, y por tanto está relacionada con un tipo específico de preparación gastronómica. Porque es un emulsionante natural, agrega sabor, textura y también se usa en la cocina creativa, para lograr espumas con sabor.
La lecitina es un fosfolípido, por lo que sus nutrientes incluyen grasas beneficiosas para la salud y que nos ayudan a combatir el colesterol malo, ya que mejora nuestro perfil lipídico en sangre, además de contribuir a la reducción de triglicéridos también nos trae Vitamina BE y fósforo.
Como sabemos, el vitamina e Es un poderoso antioxidante y protege nuestra integridad celular. También es beneficioso para la memoria y la función cognitiva y ayuda con la resistencia física, ayudándonos a cansarnos menos y a rendir mejor. Además, la lecitina favorece una buena digestión y puede tomarse como suplemento dietético antes de las comidas.
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Cómo usarlo
La forma más popular de lecitina es en forma de gránulos, pero esta apariencia corresponde a su versión destinada a servir como suplemento dietético. Estas bolitas las podemos mezclar con yogur y tomarlas como si fueran cereales. Además, una o dos cucharadas es suficiente.
La lecitina no es un nutriente clave, como el hierro o la vitamina C, no necesitamos tomarla, y si no le prestamos atención, nuestro cuerpo seguirá funcionando bien. Sin embargo, sus beneficios contra el colesterol malo y la buena digestión pueden animarnos a complementar nuestras comidas con estas bolas.
La lecitina también se puede consumir como un ingrediente más en nuestras comidas. Podemos utilizarlo para elaborar salsas, ensaladas, postres, batidos y snacks, utilizando lecitina en polvo o directamente tomando soja, que tiene toda la lecitina en su interior y en grandes cantidades.
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