Las personas que aumentaron su consumo de carne roja durante 8 años tuvieron un mayor riesgo de muerte en los siguientes 8 años que las personas cuya ingesta de carne permaneció igual. Por el contrario, la disminución de la ingesta de carne y su sustitución por alternativas más saludables redujo el riesgo de muerte.
Comer carne roja puede aumentar el riesgo de muerte prematura.
Estas son las principales conclusiones de las nuevas investigaciones que los investigadores acaban de publicar en la revista The BMJ . Yan Zheng, profesor de la Universidad de Fudan en Shanghai, China, es el primer autor del trabajo.
Frank Hu, profesor Fredrick J. Stare de Nutrición y Epidemiología y presidente del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard en Boston, Massachusetts, es el autor principal del estudio.
El Prof. Zheng y sus colegas utilizaron datos que estaban disponibles en el Nurses Health Study y el Health Professionals Follow-up Study.
En total, los investigadores examinaron a 53,553 mujeres y 27,916 hombres que no tenían enfermedad cardiovascular o cáncer al inicio del estudio.
El equipo examinó si los cambios en la ingesta de carne roja en 1986-1994 se correlacionaban con el riesgo de mortalidad en los ocho años siguientes, abarcando el período 1994-2002.
También analizaron si los cambios en la ingesta de carne roja entre 1994 y 2002 predijeron el riesgo de mortalidad entre 2002 y 2010.
Adoptar una dieta de estilo mediterráneo
El Prof. Zheng y su equipo encontraron que las personas que aumentaban la cantidad total de carne procesada que consumían diariamente en media porción o más tenían un 13% más de probabilidades de morir por cualquier causa.
El aumento de la carne no procesada en la misma cantidad diaria llevó a un aumento del 9% en el riesgo de mortalidad por todas las causas.
Por el contrario, reducir el consumo de carne roja mientras se comen más nueces, pescado, aves de corral sin piel, lácteos, huevos, granos enteros o verduras durante los mismos períodos de 8 años redujo el riesgo de muerte en los próximos 8 años.
Los investigadores dicen que estas correlaciones continuaron siendo estadísticamente significativas después de ajustar la edad, la actividad física, la conducta de fumar, los patrones alimenticios o el consumo de alcohol.
«Este estudio a largo plazo proporciona más pruebas de que la reducción de la ingesta de carne roja al comer otros alimentos proteicos o más granos enteros y verduras puede reducir el riesgo de muerte prematura», dice el profesor Hu.
«Para mejorar la salud humana y la sostenibilidad del medio ambiente, es importante adoptar una dieta de estilo mediterráneo o[una] dieta que haga hincapié en los alimentos vegetales saludables».
Frank Hu
Lo que puede explicar el mayor riesgo de muerte
Aunque el estudio fue observacional y no puede abordar la causalidad, los investigadores aventuran algunas explicaciones posibles para las asociaciones que encontraron.
Las grasas saturadas, el colesterol, el hierro heme y los conservantes son sólo algunas de las sustancias de la carne roja que tienen un impacto negativo en la salud cardiometabólica, dicen los científicos.
Cocinar a altas temperaturas también desencadena la producción de sustancias carcinógenas. El metabolito N-óxido de trimetilamina, que los investigadores creen que puede causar aterosclerosis, es también un producto de nuestra bacteria intestinal que responde a la ingesta de carne roja.
Medical News Today ha informado anteriormente sobre numerosos estudios que señalan los peligros potenciales de comer carne roja.
Un par de estudios recientes, por ejemplo, han sugerido que incluso una pequeña ingesta de carne roja aumenta el riesgo de muerte prematura, y que el consumo de carne roja puede aumentar el riesgo de insuficiencia renal.
El cáncer de mama, el cáncer colorrectal y el alzhéimer son sólo algunas de las otras condiciones que la investigación previa ha vinculado con el consumo de carne roja.
