La lealtad es uno de los principales pilares de la mayoría de las parejas. De hecho, cuando uno de los miembros le es infiel, la confianza se rompe y es muy difícil recuperarla. Además, la infidelidad es una de las principales causas de ruptura. Pero, ¿cómo sabemos si estamos siendo engañados? Si sospechamos, ¿debemos preguntarlo o puede ser un problema responder a nuestras preguntas?
Los expertos siempre aconsejan el diálogo. La comunicación es clave para abordar las inquietudes que puedan surgir entre la pareja y poder resolverlas antes de que se compliquen más. Es por eso Si sospechamos que nuestra pareja nos engaña, lo ideal es que hablemos con ella. En cualquier caso, hemos consultado a la psicóloga Paz de Roda, directora clínica de Paz de Roda, Centro de Psicología, para que nos explique qué signos nos pueden hacer sospechar una infidelidad y qué debemos hacer para abordar el tema con nuestra pareja.
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¿Ha aumentado la infidelidad hoy?
Para dar una respuesta certera requeriríamos un historial de encuestas dirigidas a un número muy elevado de población y además realizadas periódicamente a lo largo del tiempo. De esta forma, habríamos comparado conclusiones. Y sin embargo, podríamos dudar de los resultados ya que la infidelidad es un acto socialmente censurado y por tanto no confesable.
Si me baso en mi experiencia como psicóloga de 16 años, diría que el número de personas que consultan en relación a la infidelidad es bastante similar. Y suele ser por alguna de estas razones:
- Persona que necesita superar una infidelidad, dentro o fuera de la relación con la persona infiel.
- Terapia de pareja para superar una infidelidad, porque se ha decidido continuar la relación y ha estado muy deteriorada.
- Persona que quiere romper su relación oficial porque se ha enamorado de un tercero pero no se atreve a dar el paso por miedo a equivocarse, perjudicando a su pareja y a su familia.
- Persona que quiere romper la relación infiel pero no se ve capaz, ya que tiene una conexión afectiva y/o sexual con la relación amorosa no oficial.
¿Qué puede hacer que las parejas sean engañadas?
Hay varias razones. Necesidad de seducir, aburrimiento, sensación de poder, adicción al sexo, reafirmación personal (ya sea autoestima, libertad o atractivo personal), gusto por sentimientos nuevos e intensos, creencia que es irrelevante si la pareja no se entera.
Entre las personas que consultan he visto un patrón habitual muy concreto. Son personas que perciben carencias en la relación que son crónicas. Sienten que han intentado sin éxito comunicar su insatisfacción a su pareja, o cometen el error de aceptarlo como parte de una relación a largo plazo, o incluso piensan que el tiempo resolverá estos contratiempos. Sin embargo, estos déficits por lo general se están ampliando. Y consisten en sentir que hay uno ausencia de complicidad e intimidad, de comunicación y entendimiento, de valoración y refuerzo, de identidad propia. En definitiva, la sensación de soledad constante. De hecho, la sexualidad no suele ser el motivo principal, es solo un factor más entre muchos otros.
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Y, sorprendentemente, aparece alguien que resucita sentimientos que se creían olvidados. Es entonces cuando la persona que siente esa soledad entra en un campo que, al principio, revitaliza, aunque después le traiga mucho dolor. Un dolor lacerante. En estas situaciones suele surgir un dilema de difícil solución: la magia de la nueva relación o la estabilidad de la que tiene con la pareja de toda la vida.
De ninguna manera quiero transmitir que recomiendo que la madre esté inactiva. Si hay problemas en la relación, existen otros métodos para solucionarlos. Solo describo lo que observé en consulta.
Hay casos en los que la persona infiel no es recurrente y que condenó la infidelidad antes de cometerla. Aunque también los hay que viven la infidelidad sin culpa y que son reincidentes. Pero no puedo escribir sobre este grupo porque no son los que vienen a la consulta.
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¿Cuáles son los sentimientos más comunes de una persona que está siendo engañada?
Vivo un sufrimiento severo y traumático, que puede tener consecuencias como las que quiero destacar:
- Pensamiento obsesivo y necesidad de saber y comprender. Es decir, saber exactamente qué pasó, cuándo empezó todo, hasta dónde ha llegado la pareja, quién es la otra persona. Además, necesitan entender por qué se les ha hecho algo tan dañino, una traición tan devastadora. Uno se pregunta si lo que he vivido con la pareja a lo largo de los años ha sido real o no, ¿realmente me ha amado, realmente hemos tenido algo especial, realmente me ha importado?
- A nivel emocional se genera angustia, ira, rabia, decepción, confusión, perplejidad, desconfianza, baja autoestima. La persona se siente destruida y atormentada durante meses.
- A nivel fisiológico el estómago se cierra, puede aparecer insomniohay un llanto constante.
- A nivel conductual, la persona inicia interrogatorios. Surgen miles de preguntas, son incesantes porque la mente nunca deja de «unir». También puede haber algo de espionaje para asegurarse de que la aventura continúa. y se desarrollan celos intensos que puede no haber estado presente antes. De alguna manera, no se reconocen en este tipo de conductas y aumentan el calvario, porque sienten que han perdido su personalidad y su dignidad.
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¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la facilidad del engaño?
Cada tecnología tiene sus altibajos. Buenos usos y malos usos. Redes sociales, aplicaciones de contacto y la La mensajería instantánea puede facilitar la infidelidad. Existe un acceso rápido, variado, fácil y anónimo a una gran multitud de personas de diferentes características, por lo que ser infiel se vuelve factible, divertido y casi «a la carta». Además, en muchos casos, todo puede comenzar con un coqueteo que se considera inocente y controlado, desdibujando así el sentimiento de culpa. Hasta que finalmente conduce a la infidelidad emocional y/o sexual.
¿Se puede sospechar que alguien nos está engañando?
Esta es una pregunta de largo alcance. Como profesionales de la salud mental, debemos ser extremadamente cuidadosos en nuestra respuesta, evitando trivialidades. O podríamos dañar seriamente a las personas. Entonces, por precaución, comente las siguientes pistas:
- Está constantemente al acecho de su teléfono. Échale un vistazo y utilízalo con frecuencia, incluso yendo a otra habitación.
- Tiene nuevas actividades o amistades a las que no invita a la pareja.
- De repente sus horas de trabajo se han intensificado.
- Cuida especialmente tu aspecto físico e incluso empieza a practicar deporte.
- Es crítico, distante y de mal humor con su pareja. Pero al mismo tiempo se la ve eufórica, confiada, alegre y dinámica cuando se trata de su relación.
- La sexualidad decae o, por el contrario, incluye novedades.
- Un segundo teléfono se descubre por casualidad, nuevas cuentas de redes sociales.
- Apague el teléfono rápidamente si la pareja se acerca.
- Exige más espacio y está tenso con preguntas delicadas.
- Olores, entradas, facturas inexplicables…
Pero estos puntos necesitan ser aclarados con dos aspectos esenciales:
- La persona que sospecha la infidelidad no ha tenido celos antes.
- Tenga en cuenta que todos estos comportamientos pueden deberse a otras razones, como preocupaciones laborales o financieras y, por lo tanto, mal genio o ensimismamiento; deseo de desarrollarse personalmente y cuidar mejor las actividades sociales y deportivas; sentir que la pareja le controla y, por tanto, hay un mayor secretismo con la telefonía y las redes, etc.
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¿Es legal espiar o chismear en tu celular?
La legislación actual es categórica. No es legal y, de hecho, la pareja puede emprender acciones legales.
¿Cómo lidiamos con nuestra sospecha?
mi recomendación es hablar cara a cara con la pareja, pero huyendo de la acusación. Es mejor hablar de cómo te sientes. Algo así como “Me gustaría hablar de ciertos cambios que he observado en sus rutinas y en su forma de comportarse dentro de la relación. Y me preocupan. Me hacen pensar que a lo mejor pasa algo en la relación o conmigo, e incluso me han llevado a pensar que es posible que hayas conocido a otra persona (si no, discúlpame, porque entiendo que es una sospecha que te puede hacer daño ) . No lo doy por sentado, pero quiero hablar contigo porque realmente lo estoy pasando mal y estoy confundido. Estoy sufriendo y necesito que en este momento lo entiendas».
¿Y si lo niega?
En tal caso, nos encontramos ante un dilema. Si una persona no ha tenido celos pero tiene intuición, ha observado varias de las conductas comentadas anteriormente, no tiene una explicación lógica para las mismas, no ha funcionado la comunicación asertiva y se ha instaurado la desconfianza, la persona que sospecha vivirá en una angustia absoluta. . Pero al mismo tiempo, acceder a tus cuentas no solo es ilegal, sino que puede ser contraproducente ver señales descontextualizadas que plantean más dudas que aclaraciones. Por lo tanto, mi respuesta es acudir a un especialista en parejas, quien con su experiencia y conocimientos, ayudará a aclarar cómo proceder.
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