Estas son las ventajas de los gimnasios exclusivos para mujeres

No es nuevo, aunque ahora están de moda, estos centros surgieron por una necesidad concreta. Según las últimas estadísticas, las mujeres son más propensas que los hombres a apuntarse a deportes. Sin embargo, con la misma facilidad con la que cumplimentamos el formulario de registro, también nos damos por vencidos.

¿Quién no ha comenzado septiembre con la firme intención de adquirir el abono anual pero se ha pasado a la trimestral durante la segunda semana? No siempre buscamos excusas dejar de ir al gimnasio, sí nosotras también, entre las mujeres sabemos que hay tres razones por las que decidimos dejar de ir.

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El clima

si eres de los que prefiere centrarse en clases especiales como zumba, crunches o spinning, sabrás que encontrar la que se ajuste a tu horario es una tarea complicada. Si no acudes a un centro especializado, que la clase que te interesa se imparta el día y horario que puedas, depende más de la alineación de los astros que de tus posibilidades reales. Muchas clases son extensas y tus obligaciones no te permiten terminar la sesión.

Los resultados

Por regla general, las clases en grupo en los gimnasios se diseñan de forma mixta, como si hombres y mujeres buscaran los mismos resultados y tuvieran la misma anatomía. Normalmente nos interesa más la tonificación muscular, pérdida de peso y mantenimiento. A ellos, por otro lado, les resulta mejor concentrarse en aumentar la masa muscular, el entrenamiento de fuerza y ​​​​el ejercicio de alto impacto. Nada nos motiva menos que estar en una clase que no podemos seguir.

El espacio

Si alguna vez has compartido una máquina con un hombre en un gimnasio, sabes de qué se trata. Suelen realizar más repeticiones y con un alto volumen de peso, por no hablar de la altura a la que se adapta el aparato. Si además eres principiante, el inconveniente de no saber cómo funcionan las máquinas y la búsqueda de un monitor que te pueda ayudar, es el principio del fin de la suscripción.

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Los gimnasios femeninos surgieron hace más de 10 años. Por supuesto, la entrada de hombres no está prohibida, pero el tipo de clases y ejercicios, disuaden a los más atrevidos. En un principio, el principal atractivo fue el momento y el enfoque efectivo con el que surgieron en el mercado. Clases de 30 minutos que garantizan reducir volumen corporal, tonificar o trabajar zonas específicas del cuerpo.

Con el tiempo, estos centros deportivos solo para mujeres descubrieron que el ambiente era propicio para la efectividad de los resultados y acompañaron las clases con monitores especializados. Muchos usuarios de estos métodos Dicen que entrenar con otras mujeres te hace sentir más relajado y menos competitivos en términos de rendimiento físico.

Elegir entre una clase de ballet o de boxeo no te condicionará, porque decidas la práctica que decidas, estarás entre mujeres y con el entrenamiento adecuado a tu tiempo y metabolismo.

Hoy en día, la cantidad de gimnasios de este tipo ha crecido tanto que no te resultará difícil encontrar uno en tu barrio. Están pensadas para mujeres que no disponen de mucho tiempo, que no buscan un lugar para relajarse sino resultados concretos. Sin embargo, que solo hay mujeres a tu alrededor, fomite otro tipo de enlaces y conversaciones. Cerca del 10% de las mujeres que realizan actividad física en un gimnasio lo hacen en uno de estos espacios. Una de las virtudes que encuentran en estos centros de mujeres es que no se sienten observadas lascivamente como sucede, en ocasiones, en los gimnasios mixtos. La mirada del hombre está condicionada en lugares como estos ya sea por la indiscreción o por sentirse exigente en términos de desempeño físico.

Si estás interesado pero aún no te has decidido, tenemos buenas noticias. La mayoría de los gimnasios para mujeres ofrecen una clase de prueba. Si te pones en contacto con ellos, podrán aconsejarte sobre qué ejercicios te convienen más y qué metodología seguir.

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