Hay buenas razones para incluir las verduras deshidratadas en tus platos

El consumo diario de verduras es uno de los principales pilares de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Las verduras, al igual que las frutas, son una fuente natural de nutrientes, vitaminas y antioxidantes, esenciales para nuestra salud. Son uno de los principales alimentos de la Dieta mediterránea, que nos ayudan a prevenir enfermedades, a mantener un peso saludable, a eliminar toxinas y a regular el tránsito intestinal gracias a su aporte de fibra.

Pero a veces no es fácil incluirlas en la dieta diaria, porque conseguir verduras frescas requiere hacer compras casi a diario y el ritmo de vida actual, por lo general, no lo permite. Otra muy buena opción son las verduras congeladas como se almacenan fácilmente y mantienen sus nutrientes intactos. Y existe otra posibilidad, las verduras deshidratadas, que conviene tener en cuenta a la hora de elaborar nuestros menús.

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¿Qué son las verduras deshidratadas?

El proceso de deshidratación de verduras (que también se aplica a frutas, pescados, carnes…) consiste en extraerles el agua que contienen para facilitar su conservación. Antes se hacía dejando la comida al sol, pero esta opción se considera peligrosa, porque hay variaciones de temperatura que pueden ser perjudiciales, y el medio ambiente puede causar la contaminación de los alimentos. Aún así, era una forma de conservación ampliamente utilizada, porque eliminar el agua de los alimentos ralentizaba el crecimiento de moho y bacterias.

Hoy en día las opciones más seguras son comprar verduras ya deshidratadas, o sacarles el agua directamente en casa con un deshidratador o incluso meterlas al horno (es un procedimiento sencillo pero requiere varias horas de calor).

Aunque hasta hace poco esta técnica estaba un poco olvidada, lo cierto es que está volviendo con fuerza por todas las ventajas que ofrece. Es cierto que no estamos hablando del mismo sabor y textura que nos ofrecen las verduras frescas. Pero por otro lado, todavía tenemos una forma de disfrutar de la mayoría de los beneficios de las verduras gracias a la deshidración.

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Beneficios de las verduras deshidratadas

Lo más práctico es la conservación y almacenaje, pudiendo durar hasta un par de años en tu despensa. Tener siempre a mano una buena combinación de verduras deshidratadas no te costará mucho, ya que tienen un precio muy económico, no ocuparán mucho espacio en tu despensa y podrás encontrar diferentes beneficios.

Las verduras deshidratadas son ideales para hacer sopas (la juliana es un «must»), para introducir en platos de pasta, o para preparar deliciosos y saludables snacks. Estos últimos son también la mejor alternativa a la bolsa de snacks ultraprocesados, como algunos tipos de patatas fritas.

Es cierto que las verduras pierden algunas de sus propiedades en el proceso de deshidratación, pero también se pierden nutrientes cuando, por ejemplo, las cocinamos. En cualquier caso, la pérdida no es significativa, y más podemos ganar con ellos. De hecho, un informe del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer reconoce que hay poca diferencia en los niveles de fitoquímicos antioxidantes en vegetales frescos y deshidratados.

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