Mañana, 5 de marzo, es el Día Mundial Trastornos de identidad disociativos, anteriormente más conocido por el trastorno de personalidad múltiple. Es un problema de salud mental que se caracteriza porque la persona que lo padece tiene dos o más identidades, y todas ellas, con su propio patrón de comportamiento. Además, puede relacionarse con el entorno de diferentes maneras. No es lo mismo adoptar un comportamiento diferente para adaptarse al interlocutor, pero este trastorno va mucho más allá.
El paciente que la padece siente la presencia de dos o más personas hablando o viviendo en ella. Es una enfermedad mental que involucra a uno desconexión entre la realidad, el entorno, la identidad, los recuerdos y los pensamientos. El paciente que la padece no está en la realidad y por tanto le resulta muy difícil poder llevar una vida diaria. Antes de ver cuáles son los 8 síntomas más comunes de esta enfermedad, veamos cómo se puede detectar.
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¿Cómo detectarlo?
Tal y como nos explica Clínica López Ibor, “el trastorno disociativo de identidad es un problema difícil de abordar para quienes lo padecen, ya que no solo condiciona su vida, sino también la dinámica de su entorno (familia, trabajo, amistades, etc. .) y también genera muchos sentimientos de incomprensión por parte de quienes los rodean”.
Las personas que sufren a menudo sufren amnesia disociativa. De hecho, este es uno de los principales síntomas. «Las personas que padecen este problema sufren de una pérdida severa de memoria de repente, sin ser la causa de una enfermedad en particular y puede durar horas, minutos, días o años”.
Como recuerdan desde esta clínica, el Día Mundial de los Trastornos Disociativos de Identidad, se celebra para darlos a conocer, para crear conciencia y visibilidad, ya que esta patología la padecen cinco de cada 10.000 personas en todo el mundo.
No es muy común, pero conviene saberlo, ya que “muchos de los pacientes han sido víctimas de graves problemas y traumas en su infancia o son personas que han sufrido un desastre natural o un periodo traumático en el pasado”.
La prevención en este caso es complicada. Pero es muy importante» detección de la enfermedad lo antes posible y la puesta en marcha del tratamiento para mejorar la calidad de vida del paciente y su posible curación”, señalan.
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Los 8 síntomas más comunes
Aunque no hay síntomas específicos, nos recuerdan a López Ibor, hay algunos signos que nos pueden alertar de que alguien lo está padeciendo. Aquí están los 8 más comunes:
- Sufre de otros problemas de salud mental.
- Poca capacidad para hacer frente a situaciones estresantes.
- Distorsión de la percepción de las cosas y las personas.
- Sin reconocimiento de sus propias emociones.
- Sentimiento de separación de uno mismo y confusión de la identidad personal
- Pérdida severa de memoria
- Problemas en las relaciones personales y laborales.
- Estrés emocional
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¿Cómo es el tratamiento?
Para su tratamiento es clave no sólo hacer un estudio psicológico y cerebral, sino que es muy importante encontrar el medicación adecuada y en la aplicación de sesiones psicoterapéuticas que ayuden a la persona afectada a retomar su vida de la forma más saludable posible.
