Los perros muerden, eso es normal. Y con la boca reconocen el mundo que les rodea. Es más, los colmillos de nuestros perros son como nuestras manos, les sirven para coger cosas, para jugar, además de, por supuesto, para comer. Así que es relativamente normal que un perro muerda todo. Sobre todo si es un cachorro. Sin embargo, es importante establecer límites. También hay que darle alternativas para que pueda morder sin destrozar la casa. Sin embargo, cuando un perro adulto adopta el mismo comportamiento, puede ocultar un problema que debe abordarse para remediarlo.
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¿Por qué muerden todo?
Hay varias razones por las que nuestra mascota lo muerde todo, según el especialista en comportamiento animal Carlos Mendoza.
- le duelen los dientes. Es muy común en cachorros que están creciendo.
- Ella se cepilla los dientes. Morder ciertos objetos es una forma natural de eliminar el sarro.
- Aburrimiento. Morder cosas es una manera de divertirse y divertirse.
Pero hay otras razones por las que lo hacen y pueden alterar su calidad de vida:
- Ansiedad. Así como pasan el tiempo mordiendo cosas, también es un mecanismo defensivo contra la ansiedad cuando no hacen suficiente ejercicio, se sienten impotentes o enfermos.
- Soledad. Cuando un perro pasa mucho tiempo simplemente se siente triste, y alivia esa soledad mordisqueando cosas. Es muy probable, de hecho, que busque cosas que huelan a ti.
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¿Qué podemos hacer para ayudar a prevenir esto?
Primero, averigüe cuál es la causa. Como decíamos, si es un cachorro lo más habitual es que lo haga para aliviar el dolor que le provoca el crecimiento de sus dientes, para jugar o para reconocer su entorno. En estos casos, tenemos varias formas de redirigir tus ‘preferencias’:
- Ofrecerles juguetes especial para que puedas morderlo sin ningún peligro para él o tu hogar.
- A través de los buenos modales, con refuerzo positivo, es decir, dándole una recompensa cuando hace algo bien y sin castigo, enséñale lo que puede y no puede morder. Por ejemplo, cuando algo sale mal en tu boca, edúcalo para que lo obedezca. ‘orden de libertad. Esto también será muy útil para evitar disgustos en la calle.
- Si tu cachorro tiene preferencia por las piernas o las manos, quéjate. Es lo mismo que hacen estos animales cuando juegan entre ellos. Un aullido agudo como el de un perro sería suficiente para que tu cachorro reconozca que no debe seguir mordiéndote.
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¿Y si mi perro es adulto?
En ese caso puede deberse a un dolor de muelas o, como decíamos, a un problema de ansiedad o soledad.
Si crees que puede ser un mecanismo que utiliza el animal para deshacerse del sarro, pregunta a tu veterinario qué alternativas seguras existen para ello. Por ejemplo, palos garrapatas, que puedes encontrar en cualquier tienda de mascotas o clínica veterinaria.
En caso de que le duelen los dientes, debe hablar con su veterinario. Para sospechar de él, observe su comportamiento, si le cuesta comer o si deja de hacerlo. Tal y como indica el veterinario Pachi Clemente, de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales), cualquier cambio en la normalidad hay que tenerlo en cuenta. En cuanto a su salud bucal, el mal aliento, el babeo constante, los rastros de sangre o las molestias al tocarlo, así como el menor apetito o la pérdida de peso pueden hacernos sospechar que le duelen los dientes. Un chequeo puede ayudarnos a detectar este o cualquier problema de salud en nuestra mascota.
Remedio si es para la ansiedad
Por último, la ansiedad o la soledad también son factores que afectan a la calidad de vida de nuestro perro y pueden provocar que adopte conductas compulsivas como morder cosas. En este sentido, si el problema es leve, podemos aumentar la cantidad de ejercicio que realiza al día así como dejarle juguetes que estimulen su inteligencia y le ayuden a pasar el tiempo menos aburrido.
si sufren ansiedad de separaciónun problema que puede afectar al 15% de los perros porque, genéticamente, están preparados para vivir en manada y no separarse de ella, señala la especialista en etología (comportamiento animal) y veterinaria Gemma López Aguado, Kivet Sant Pere de Ribes en Barcelona, centro colaborador de Kiwoko.