Qué razones impulsan a una mujer a divorciarse después de los 50 años

En los años 70, el prestigioso escritor español carmen laforet (autor de Ninguna cosa y ganadora del Premio Nadal en 1944, con tan solo 23 años) quería separarse de su marido. Una de las condiciones para que aceptara era que nunca relatara la intimidad familiar en sus novelas. Tenía 50 años y cinco hijos. No solo tomó tiempo, fue un revés emocional importante para Laforet y un riesgo real.

Más de cuatro décadas después, las leyes han cambiado, la presión social ha disminuido y cada vez son más las mujeres que se atreven a divorciarse a partir de los 50 años. No existen estadísticas que marquen una tendencia o patrón, sin embargo, hay ciertos factores que son determinantes para dar el paso.

la última oportunidad

50 años es una edad bisagra, por un lado parece ser juventud y por otro un abismo que hasta ahora llamábamos edad madura y que pronto descubriremos con otro nombre. Todavía sientes energía, ganas de aprender, de amar y de cambiar. En muchos casos, las mujeres se han asegurado un lugar importante en su profesión y ya no tienen mucha demanda en el hogar.

Por primera vez en mucho tiempo siente que tiene tiempo para ella y para lo que quiere hacer honestamente, sin tantos mandatos ni deberes maritales. En Francia se llama el demonio del mediodia («el diablo de la vida a medias»), es aquel que, sin pensarlo mucho, da ímpetu para hacer lo que había sido pospuesto. El divorcio no se presenta como catastrófico, pero como una segunda oportunidad para empezar una nueva vida, en pareja o solo, pero una gran oportunidad.

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Seguridad y confianza personal

Los 50 aportan confianza personal y seguridad. Muchas convicciones se reafirman y otros se descartan sin dudarlo mucho. Hay un sentimiento de que no habrá vuelta atrás y que la vida es todo lo que está por venir.

Una mujer segura de sí misma y con una economía estable e independiente es imparable. Los niños ya son independientes, por lo que las tareas maternas han disminuido y dejan tiempo libre para pensar y fantasear sobre una realidad diferente. Los años no han pasado en vano y las mujeres de 50 están decididas a dejar ese matrimonio aburrido y tedioso, para lanzarse a la aventura.

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Niños emancipados

Una vez que los niños comienzan a irse de casa, aparece un espacio fantasmal entre la pareja. Vuelven el silencio, el orden, el horario razonable. Sin embargo, algunas mujeres que han tomado la decisión de separarse después de los 50 años aseguran que no reconocieron al hombre del que se habían enamorado tantos años después.

Fue entonces cuando surgió la idea de la distancia y la vida por separado. Cuando una mujer de 50 años decide divorciarse, no suele haber vuelta atrás, es crucial. Muchos admiten que a pesar de que no han pensado en ello durante mucho tiempo, la idea de separarse de sus parejas ha estado en su mente durante el matrimonio en diferentes momentos.

Una de las excusas más comunes para mantener un matrimonio es evitar el sufrimiento de los hijos y, de alguna manera, mantener la familia entre los dos padres. Cuando los hijos se van de casa la excusa termina y es entonces cuando las mujeres se sienten liberadas para separarse.

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