Actualmente se comercializa en todo el mundo y se utiliza para ambientar y relajar en los hogares, clases de yoga o meditación. Dado que algunos países asiáticos convirtieron el incienso en un producto sintético de exportación a muy bajo costo, a menudo se reabre el debate sobre la toxicidad de su humo.
El humo no es inofensivo
Sea cual sea el origen del humo, suele dejar rastros en el cuerpo. Cuando se origina en productos compuestos de sustancias sintéticas, como cierto incienso, puede ser tan dañino como el humo del tabaco.
Hasta la fecha, se han realizado muy pocos estudios para determinar si este humo es perjudicial para la salud. El último fue publicado por la Universidad Tecnológica del Sur de China. Las pruebas solo se han realizado en animales, por lo tanto, la preocupación por su resultado aún debe confirmarse en humanos.
El trabajo realizado por esta universidad demuestra que las partículas de humo son tan diminutas que se absorben y penetran en los pulmones con mucha facilidad, más aún en lugares cerrados o con poca ventilación.
Existen dos tipos de incienso, los que se elaboran a partir de resina de origen vegetal y aromático mezclada con aceites naturales o vegetales y los que se elaboran de forma sintética. El control sanitario que se ejerce sobre este producto es bastante laxo, por tanto, si puedes comprobar por ti mismo que se trata de un incienso natural, mejor.
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Cómo distinguir un incienso sintético de uno natural
El incienso sintético es el más tóxico, trata de no exponerte a su humo por más de tres horas seguidas. Siempre es recomendable ventilar la habitación después de su uso y evitar tener niños muy pequeños una exposición directa y prolongada.
Ambos son potencialmente tóxicos, pero se estima que el elaborado con productos artificiales lo es aún más. Mientras que los aceites y resinas naturales se queman en origen natural, los sintéticos queman derivados nitrogenados, polvo de carbón, hidrocarburos aromáticos, colorantes y aromas artificiales.
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Si el humo es oscuro, es probable que sea un incienso sintético. Esa sustancia oscura se llama ‘creosota’ y es el resultado de una mezcla de productos químicos como la acroleína y el aldehído. Si por el contrario el humo es claro, el incienso está hecho a base de productos vegetales.
El incienso sintético es tentador porque su aroma y color son mucho más intensos que los naturales. Los que no son sintéticos, independientemente del aroma, suelen tener un color marrón que varía entre más claro o más oscuro, pero sin palitos rosas, amarillos o fucsias.
La certificación y el origen del incienso pueden ayudarte a detectar cómo se elabora. Hay inciensos con certificaciones ecológicas, como ICEA, Demeter o ECOCERT. No se trata de crear una alarma de incienso, solo se trata de saber cómo puedes evitar que el humo del incienso perjudique tu salud.
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