¿Sabes en qué consiste la decodificación personal?

Aunque el término suena nuevo, la decodificación personal es una técnica que se ha utilizado en muchas terapias psicológicas durante al menos 30 años. Consiste en relatar una enfermedad, malestar o dolencia, es decir, un síntoma físico, con una emoción o sentimiento que nos ha causado trauma, ansiedad, angustia o tristeza.

Una de las relaciones más comunes es con problemas de garganta y la necesidad de expresar, gritar o revelar algo. La impotencia a menudo produce ronquera, dolor de garganta o dolor al tragar. La decodificación busca estas asociaciones personales y trata de encontrar respuestas que quiten el dolor físico y curen las heridas emocionales.

Esta correlación entre una imagen corporal y el evento específico que la produjo no es accidental. La enfermedad funciona como un ovillo de lana para tirar hasta encontrar las causas emocionales. Este tipo de terapia nunca debe sustituir al tratamiento médico, es una opción complementaria que podría ayudarnos a prevenir algunas dolencias.

Leer más: 5 hábitos de las personas que llevan una vida saludable

No todas las personas pueden someterse a la decodificación.

Los inicios de la decodificación personal se remontan a la década de 1980 cuando un grupo de investigadores europeos abordó el tema de las patologías comunes con malestar personal, traumático o profundo en los pacientes. La técnica es muy sencilla, en algunos casos basta una reunión entre un paciente y un psicólogo para encontrar el origen de la afección. Si la situación es más compleja, no suele llevar más de dos o tres sesiones.

El responsable del tratamiento dispone de una serie de preguntas preestablecidas y muy estructuradas. La reunión dura entre 60 y 90 minutos. ¿Cómo algo tan simple puede estar contraindicado para ciertas personas?

Porque es un método que requiere la confianza y la intención del paciente. Si una persona no cree en el procedimiento o en tratar de encontrar el foco emocional del problema, toda la información será de poca ayuda. Recordar ciertos hechos puede causar una dolor incluso mayor que la incomodidad física. Por eso es fundamental que el paciente sea decidido y entregado al terapeuta, que las respuestas sean sinceras, sin matices ni exageraciones.

Leer más: Por qué estás desmotivado y cómo afecta tu vida diaria

Escucha tu cuerpo

Los expertos en decodificación biológica sostienen que justo antes de que aparezca un síntoma físico, la persona ha vivido un evento que la ha marcado. El grado de severidad o importancia. no se puede medir individualmente. Cada persona hace un registro subjetivo de lo ocurrido, que también se vincula con otras situaciones vividas o recuerdos de infancia o creencias asumidas.

La respuesta del cuerpo no es más que un aviso, es la forma que encuentra nuestro cuerpo para comunicar un estado emocional. Para que dos personas se asimilen de la misma manera un hecho idéntico deben estar en la misma melodía o tono. De lo contrario, cada uno lo procesa de manera diferente.

Una vez que haya encontrado el punto de partida emocional para su dolor físico, es hora de pasar a la fase más difícil del tratamiento. Si encontrar la fuente es relativamente sencillo, dejar de repetir ese comportamiento físico es más complejo. Las terapias psicológicas se centran únicamente en el conflicto y el trauma causado por la enfermedad. y brinda una serie de pautas y herramientas que fortalecen al paciente y le permiten no recaer en estos síntomas.

Leer más: Nada es verdadero o falso, descubre el efecto Rashomon



Califica este articulo

Autor

Sobre el autor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio