Según la conocida expresión popular, ‘el perro es el mejor amigo del hombre’, una realidad innegable hasta el punto de que su salud suele ser motivo de gran preocupación para sus dueños cuando ésta se resiente. Asi que ver un nuestra mascota padecer cualquier tipo de dolencia genera una creciente preocupación, especialmente si los síntomas son visibles. Sin embargo, debemos saber que existen muchas patologías que no son tan fáciles de percibir a simple vista y que pueden suponer un problema para nuestro perro. Por ejemplo, el aliento de nuestra lata puede ocultar todo tipo de enfermedades, desde las más comunes y evidentes, hasta las dolencias más graves para la mascota. Para conocerlos en detalle hablamos con Adrián Romairone Duarte, veterinario del Centro de Diagnóstico Veterinario (www.diagnosticoveterinario.com), que ha arrojado luz sobre un problema aparentemente sencillo, pero que puede convertirse en una circunstancia preocupante.
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¿Es normal que el aliento de nuestro perro no huela bien o es algo que hay que tratar?
No es normal que el aliento de nuestro perro huela mal, sobre todo si este olor es muy desagradable (putrido). El origen de este mal olor procedente de la boca (halitosis), en la mayoría de los casos se origina en la putrefacción de la materia orgánica atrapada entre los dientes, la placa de sarro y también en el sangrado, en muchos casos inaparente, de las encías inflamadas (gingivitis) .
¿Puede ser un síntoma de mala higiene bucal?
En la mayoría de los casos es un signo de acumulación de sarro y uno gingivitis como resultado. Sin duda, los hábitos de higiene dental ayudan a que este proceso se presente más tarde o de forma más leve. Por lo general, el mal aliento de nuestras mascotas se puede prevenir con una buena limpieza dental, pero cuando se presenta odontolitiasis (sarro) o enfermedad periodontal (sarro, gingivitis y desprendimiento de piezas dentales), aunque seamos muy insistentes con la limpieza, esta no será suficiente y tendremos que acudir al veterinario.
¿Cómo se debe cuidar la higiene bucal de nuestro perro?
El mejor consejo es la prevención. Mantener una boca limpia y piezas dentarias sanas requiere de un paciente colaborador, que acepte una limpieza bucal preventiva (comportamiento médico e higiénico) y un control de rutina por parte del veterinario.
¿El mal aliento de nuestra mascota puede ser significativo de un problema más grave?
Sí, el mal aliento es un signo clínico que debe ser evaluado por un veterinario, ya que en la mayoría de los casos tiene su origen en la boca (dientes y encías), pero hay casos, al menos, que pueden indicar la presencia de procesos más graves. como enfermedades metabólicas (insuficiencia renal) o peor, lesiones neoplásicas ulcerativas o proliferativas que aumentan el olor de origen proteico. Las proteínas huelen muy mal cuando se pudren.
¿Qué enfermedades pueden estar detrás del mal aliento de nuestra mascota?
Como mencionamos antes, lo mejor Ejemplo de una enfermedad metabólica. que puede causar mal aliento y repercusiones a distancia en la boca, es la insuficiencia renal. Los metabolitos aumentados de la degradación de proteínas deben ser eliminados por el riñón y cuando no funcionan se acumulan produciendo, entre otras alteraciones, úlceras bucales y un olor característico que junto con la halitosis se suman para que sea mucho más evidente.
¿Es este un problema muy común en una consulta veterinaria?
Es muy común, sobre todo en razas predispuestas, como las razas toy en general. Esto no quiere decir que un perro grande, un pastor alemán o un labrador pueda tener una enfermedad periodontal o la presencia de sarro a partir de cierta edad, pero es más común encontrarlo en razas pequeñas, de hocico corto o achatadas. La explicación es muy sencilla: todos los perros, tras cambiar la primera dentición (‘dientes de leche’ o dentición temporal) tienen 42 dientes permanentes. Por lo general, en el caso de los perros grandes, estos 42 dientes se distribuyen en un espacio mandibular y maxilar, mucho mayor que en los perros pequeños, por lo tanto, el espacio entre diente y diente es mucho mayor, evitando la acumulación de restos de comida y contacto. entre placa y placa tártara. En el caso de razas toy (yorkshire, pomeranian, shit zu por ejemplo) y razas braquicefálicas (bulldog francés, boxer, pug, etc.) los dientes tienen más contacto entre sí ya que deben estar repartidos en un espacio mucho más reducido (se se ‘amontonan’ en la boca).
¿Cuál es el enfoque del especialista en estos casos?
El veterinario es quien mejor puede determinar el estado de la boca de nuestra mascota y solucionar problemas si es necesario. En primer lugar, el veterinario determinará si solo hay presencia de sarro o también hay partes móviles que deben eliminarse. La limpieza bucal en animales, a diferencia de los humanos, debe realizarse con el animal anestesiado e intubado para evitar la ingestión/aspiración de líquidos de lavado. Se utiliza un limpiador ultrasónico, como en los humanos, y se limpian las piezas dentales una a una, es decir, 42 limpiezas si la boca está completa. Es bastante común que a partir de cierta edad, en razas predispuestas como el Yorkshire por citar una raza conocida, se presente el aflojamiento de los dientes incisivos (esos que se ven cuando están enfadados o cuando hacen ese gesto tan parecido a un sonríe. .). En estos casos, es muy probable que el veterinario decida su extracción, ya que es completamente inocuo para el futuro de la alimentación y relación de nuestra mascota. El veterinario siempre dará los mejores consejos para la salud bucal y general de nuestra mascota. Acude a él en caso de duda.