Los mudras son gestos realizados con las manos y los dedos durante la meditación. Mudra es una palabra del sánscrito y significa producir alegría. En la meditación o yoga se utiliza mucho el Hatha Yoga, se utilizan como vehículo de energía y transmisión de intenciones entre los sujetos de los dedos y la mente.
Las asanas realizadas con las manos, a través de las terminaciones nerviosas de las yemas de los dedos, comunican un mensaje a la mente. Es otro canal, dentro de estas prácticas, para recoger información y acercarla al órgano ejecutor, el cerebro. Actualmente existen unos 380 mudras, aunque los más utilizados son 36. Cada mudra tiene un significado específico para ser usado de acuerdo a tu estado personal, tu necesidad o tu deseo.
Tabla de contenido
¿Por qué todos deberíamos incorporar mudras en nuestra meditación?
Cuando incluimos mudras en nuestra rutina de meditación estamos ayudando a restaurar y nivelar nuestro nivel de energía. Al presionar con los dedos canalizamos la energía recibiendo paz, seguridad y armonía.
No hay contraindicaciones para agregar mudras a tu meditación. Si los practicas de manera constante puedes aliviar los molestos síntomas, inducir el sueño, mejorar el estado de ánimo y aumentar la vitalidad, entre muchos otros beneficios. No son complejos pero requieren práctica y constancia. Se recomienda realizarlas al menos una vez al día, entre 3 y 45 minutos. Una vez que te sientas seguro y familiarizado con la actividad, puedes incorporarla a tu sesión de yoga o tai chi, incluso podrías tomarte un descanso del trabajo para realizarla.
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Elevando el nivel de conciencia
Todos los mudras elevan nuestro estado de conciencia y favorecen la concentración. En los estudios de yoga se entiende que estimula el cerebro y despierta cualidades dormidas en el alma. Al realizar una postura con las manos estamos elevando nuestro estado meditativo de conciencia. Incorpóralos al día a día produce transformaciones a corto y largo plazo, sin embargo, si te enfrentas a una situación estresante o estás angustiado por algo en particular, estos mudras no solo elevan tu estado, sino que pueden tener un efecto casi inmediato.
Namasté mudra
Es el saludo habitual de todo tipo de yoga o meditación y uno de los más conocidos en el mundo. Junta las palmas de las manos en forma vertical y mantenlas presionadas. Esta asana significa respeto y reverencia. Cuando acompañamos la postura con la palabra namasté, estamos saludando desde nuestra naturaleza divina a la naturaleza divina de otra persona. Es ideal para estimular la concentración y fomentar el respeto personal.
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Usha mudra
Es uno de los mudras más sencillos y emblemáticos. Es tan fácil que puedes hacerlo en el metro o en el autobús. Lo ideal es tener un espacio especialmente preparado para la meditación, pero puedes incorporar Usha mudra en tu postura habitual y que nadie es consciente de lo que estás haciendo.
Consiste en apoyar las manos en el regazo y colocar una encima de la otra, con las palmas hacia arriba. También puedes usar otra opción que es cruzar los dedos y dejar que tus manos descansen sobre tu regazo, con las palmas hacia arriba. Es el mudra de la paz, la armonía y la tranquilidad. Su efecto se multiplica si lo practicas temprano en la mañana o en la noche antes de dormir, calma la mente y brinda serenidad.
Mudra del Ser interior
Representa el mundo interior y lo que nos rodea. Se consigue uniendo las palmas de las manos en el centro del pecho, ahuecándolas ligeramente. Es similar al mudra namaste excepto que formas una especie de diamante con el centro de tus manos. Esta asana conecta con tu lado más íntimo y esencial. Da una sensación de recogimiento y transformación.
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