Los frutos secos son frutas, pero entre su composición tienen una proporción muy pequeña de agua. Y pueden ser tan naturales, como las nueces o las castañas, o porque han sido tostados o secados artificialmente, como las pasas o los dátiles. Se trata de alimentos muy nutritivos, altos en calorías pero llenos de nutrientes muy beneficiosos.
De todas las nueces, Las semillas de sésamo aportan casi el doble de hierro que cualquier otra: 9 miligramos de hierro por 100 gramos. También se puede encontrar en pistachos (7,2 mg), melocotón orégano (7 mg), pipas de girasol (6,4 mg), piñones (5,6 mg) y almendras (4 mg).
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Combinan todo y son los merienda Perfecto
Cuando pensamos en frutos secos probablemente los metemos en la bolsa de los snacks, pero consumirlos de forma que su sabor se vuelva repetitivo y probablemente acabemos dejándolos de lado al cabo de un tiempo. Se recomienda utilizar estos frutos como un elemento más para nuestras elaboraciones culinarias porque, además, dan un sabor muy agradable complementando ensaladas, cremas, sopas y verduras.
En el desayuno podemos añadir fruta triturada mezclada con yogur o leche. También podemos añadir nueces o piñones en salsa pesto o romesco. Se pueden integrar en pan o pasteles. Y también se pueden utilizar para dar un acabado crujiente a rebozados, integrando picados con pan rallado.
Otra ventaja es la facilidad con la que podemos transportarlos, son energía lista para ser ingerida allá donde vayamos. Se conservan con o sin su propia piel y duran varios días en casi cualquier ambiente sin estropearse, por lo que pueden ser el snack perfecto para recargar las pilas entre horas y además a un precio muy competitivo.
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El tomate combinado con legumbres es una fuente de proteínas muy saludable, ya que el sésamo es el fruto seco que más hierro aporta. Ten en cuenta que puedes unirlo a los garbanzos haciendo hummus. Sin embargolos frutos secos son más beneficiosos cuando se mezclan con frutas o verduras con un alto aporte de vitamina C, como en una ensalada con naranja, manzanas asadas, batidos de frutas o ensalada de membrillo con membrillo.
Beneficioso y lleno de minerales.
Tendemos a pensar que son muy altas en calorías y por lo tanto limitamos su consumo. Pero unos 30 gramos de frutos secos, que son los que se meten en la palma de la mano, y esa es la medida diaria recomendada, apenas llegando a las 200 kcal. Sin embargo, aportan muchas vitaminas y minerales como potasio, fósforo, magnesio y vitaminas E y B. Además, las almendras y las avellanas tienen un contenido en calcio muy importante. Esto hace que los frutos secos sean aptos para cualquier dieta, incluso cuando se trata de perder peso.
Estos minerales y vitaminas protegen nuestro sistema circulatorio al reducir la presión arterial y combaten el colesterol malo aportando colesterol bueno. Sus omega-3 son antiinflamatorios y polifenoles, antioxidantes que neutralizan los radicales libres, y la vitamina E protege a las células de la oxidación.
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